Por Dulce María Hernández Olguín

En mi experiencia como estudiante en la carrera que elegí como profesión en el Centro Universitario Hispano Mexicano, el ser creativo es el pan de cada día, es como una fuente de la que emana conocimiento, que al paso de los años, se traduce en experiencia. Hoy quiero compartir algunos planteamientos de lo que he descubierto y aprendido sobre la creatividad.

El ser humano utiliza la creatividad como un método de supervivencia. Desde la época neandertal, al hombre se le han presentado problemáticas, que sin la creatividad no podría haberlas resuelto y evolucionado.

La creatividad es una postura que tomamos al hallar una solución distinta y útil a problemas dentro de la vida cotidiana, trabajo, colegio, familia o círculo social. Está en todos todo el tiempo, ya sea por decisión o necesidad. Aun así ha habido muchos mitos acerca de la creatividad y el cómo desarrollarla en el ser humano.

¿Mito o realidad?

# 1. “Las personas creativas son trabajadoras, constantes y dedicadas”

¡Verdad! Actitudes como la constancia y la dedicación son hábitos que se forjan con iniciativa, no un requisito para considerarse creativo.

# 2. “Solo si eres inteligente, eres creativo”

¡Mentira! Durante años se ha pensado que la inteligencia es saber manejar las ciencias exactas; sin embargo, ahora sabemos que existen 12 tipos de inteligencia, según Howard Gardner profesor de la universidad de Harvard. Todos somos inteligentes, pero lo reflejamos de manera distinta, así como la creatividad, desde un aspecto lógico-matemático hasta corporal-cinestésica.

# 3. “Las grandes ideas nacen por casualidad”

¡Mentira! Claro que muchas buenas ideas se originan de las necesidades básicas del ser humano, más en el ámbito profesional, en varias ocasiones se necesitan ideas creativas, nuevas y funcionales, que en la mayoría de los casos, una buena idea es el resultado de un largo y meticuloso trabajo.

# 4. “Quien lo pensó primero, es creativo”

¡Mentira! El ser creativo no es solo crear algo nuevo nunca antes pensado, también refiere a la innovación, tomar algo existente y mejorarlo para hacerlo más productivo y funcional.

# 5. “Yo no soy creativo”

¡Mentira! Todos somos creativos, algunas personas la externan con mayor facilidad por el contexto a su alrededor. Evadir los problemas o hacer que alguien los resuelva por ti hará que cada vez sea más difícil hallar una solución.

# 6. “Las personas que corren riesgos son más creativas”

¡Verdad! Salir de la zona de confort es una característica valiosa para ser creativo. Pero el simple hecho de practicar deportes extremos o cambiar el físico radicalmente no te convierte en alguien creativo.

# 7. “La creatividad se lleva en los genes”

¡Mentira! La creatividad no es hereditaria, no tiene que ver con la carga genética, es un proceso psicológico que crece con el aprendizaje y la práctica. Puede ser influenciada por la comunidad en la que nos desarrollamos, la familia o círculo social.

# 8. “Convertirse en alguien creativo no se puede aprender”

¡Mentira! Oler, sentir, observar, escuchar y saborear de todo un poco no te convierte en alguien creativo, más puede impulsar tu talento y las buenas ideas de tu cerebro. Las experiencias pueden hacer surgir una idea que puedes capitalizar y fortalecer, o saber cómo solucionar una problemática social. El inspirarse en otra cultura, fusionar tradiciones, son solo algunas acciones, entre otras, que ayudan a florecer la creatividad.

# 9. “Hay un método específico para que la creatividad fluya”

¡Mentira! Sabemos que la creatividad es un proceso psicológico, la psicología estudia la mente y la mente actúa de forma distinta en cada uno de nosotros, no hay un método exacto que le funcione a todos. Reír, llorar, comer, observar, cantar, escuchar, sentir, cada persona tiene su propio método.

Por esto es importante viajar, leer, visitar museos, asistir a presentaciones literarias u obras gráficas, puestas de escenas gratuitas o pagadas; participar en talleres, donar tiempo como voluntario para compartir el talento; aprender cada día algo diferente; conversar con los adultos, jóvenes y niños, con personas de otros países; convivir con otras culturas, con los animales, con la naturaleza. Así lo aprendí en el Centro Universitario Hispano Mexicano en la clase de Creación Publicitaria.

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